Por: Eladio Contreras,

Desde mi óptica, el gran problema que
tienen los productores dominicanos, en su mayoría, está vinculado a la fase de
producción, básicamente en calidad de la leche, costos de producción y los
rendimientos de litro de leche/vaca/dia. Hay que resaltar también, que
uno de los eslabones más débiles en la cadena de valor de la leche son los
productores. Son muchos productores, ante un grupo reducido de procesadores.
Pero no es simplemente el reducido
número de procesadores, sino que también existe la posibilidad de abastecerse
en el exterior, con leche de igual o mayor calidad, con costos menores, en
algunos casos.
Evidentemente que ante la ausencia o
debilidades en un sistema de políticas públicas agropecuarios, especialmente el
régimen de apoyos e incentivos orientados a superar los aspectos antes descritos,
entonces, los actores de la cadena de valor de la leche, cada uno por su lado,
como es lo lógico, quiere salir, o con el mayor beneficio ante el actual estado
de cosas, o lo menos perjudicado.
Cuando se habla de cadena de valor,
se concibe que todos los actores participan en base a un beneficio económico en
la fase o subproceso de creación de valor que le corresponde, es decir, desde
los insumos iniciales, hasta que llega el producto final al consumidor.
Hay que señalar que esa cadena de
valor, será más o menos sostenible, cuando usen como referencia costos y
precios competitivos a nivel internacional.
No es verdad que un procesador local
se va a sentir a gusto comprando leche en el mercado nacional, con un
sobreprecio significativo a los mercados internacionales. Eso es así porque
sencillamente le quita competitividad. Eso es independientemente a lo que
siempre se dice: que los productores extranjeros reciben subsidios de sus
gobiernos.
Eso está muy bien por ellos….y muy
mal por nosotros que no somos capaces de otorgarles a nuestros productores, los
apoyos que les permitan competir, en las actuales circunstancias.
Si problemático es la gestión de la
cadena de valor de la leche en un enfoque tradicional, es decir, donde los
actores juegan un rol único en la cadena, el asunto se hace más complejo cuando
se dan ciertos procesos de integración.
Es decir, cuando un actor juega más de un rol en la cadena de valor. Un caso típico
que se está dando con cierta frecuencia, es cuando los productores primarios
incursionan en la fase de procesamiento y posterior distribución.
Volviendo
a la cadena de valor tradicional, la racionalidad sugiere que el procesador,
para poder ser competitivo, siempre pretenderá tener costos razonablemente
bajos en la adquisición de la materia prima principal: La leche.
Cuando
se es productor de leche y procesador a la vez, en muchos casos, se pierde el
sentido de perspectiva integral del negocio, en el sentido de que, el rol de
productor primario de leche induce a que se le pague, o se le quiera pagar, a
los productores de leche, un precio que en algunos casos está por encima de los
precios del mercado, tanto a nivel nacional, regional, local, y ni hablar, a
nivel internacional.
Entonces,
en esos casos, la fase procesadora de leche, estaría incorporando unos costos
de producción que sencillamente haría muy poco competitivo el producto final.
Esa situación a su vez limitaría la generación de ingresos de la procesadora,
lo que a su vez limitaría la capacidad de comprarles la leche a los
productores.
El
análisis es simple: Si el negocio no se gestiona desde el punto de vista de la
cadena de valor tradicional, fácilmente se pueden tomar decisiones que a
primera vista pueden lucir populistas y desarrollistas, pero que en el mediano
plazo, sencillamente son insostenibles.
Queríamos
traer a la discusión y análisis este tema de la leche, pero se puede aplicar el
mismo razonamiento a las cadenas de valor de los bienes agropecuarios más
importante de la República Dominicana.
Para
superar esos problemas…hay soluciones….lo único que falta es….saber
buscarlas…!!!!
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