martes, 16 de mayo de 2017

TENDENCIAS AGROTECNOLOGICAS (3)


Juan M. Chávez
Por:
Juan M. Chávez, 
Director Ejecutivo del CONIAF
Carlos Sanquintin, 
Asesor de la Dirección Ejecutiva del CONIAF

Carlos Sanquintin
En las décadas de los 70 y 80, los incrementos de producción del sector agroalimentario se obtuvieron a través de incrementos en las áreas de cultivo. Hoy, el reto se conoce: al 2050 se debe doblar la producción de alimentos con los mismos, o incluso menos, recursos -agua y tierra. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estima que  el 70 por ciento (70%) del crecimiento de la producción del  futuro, a esa fecha, ha de proceder de una mejora de la productividad, por lo que, con el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés), o sin este, en la República Dominicana se necesitará un desarrollo incluyente que mejore la productividad de los pequeños agricultores con pocos recursos, por seguridad y soberanía alimentaria, y crear, al mismo tiempo, oportunidades de desarrollo rural más amplias que incluyan una revisión extensa de cada eslabón de la cadena productiva de cada región. En el caso de la República Dominicana, la escasa implementación de sistemas de transformación (agregado de valor), bajos niveles de agro-negocios y  escasa transferencia de  tecnología e innovación (buenas prácticas), son factores que se presentan, a todas luces, como la “piedra en el zapato” de los pequeños y medianos productores nacionales.
Esta serie de artículos técnicos se enfoca en subrayar algunos hallazgos nacionales e internacionales que en un momento dado podrían pasar a jugar un papel de trascendencia en el componente tecnológico de un futuro plan de reconversión del sector agroalimentario nacional. En  las anteriores entregas de las Tendencias Agrotecnológicas I y II, se ha establecido una secuencia de productos tecnológicos e innovaciones resultado de la Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+I)  en algunas  áreas del sector agroalimentario -los escritos íntegros pueden obtenerse usando los enlaces   http://adiard.blogspot.com/2016/05/tendencias-agro-tecnologicas.html  y  http://adiard.blogspot.com/2017/03/tendencias-agro-tecnologicas-2.html,.

En la primera y segunda entrega se prestó atención a escudriñar algunas herramientas que se pueden usar para ensamblar un programa de gestión de la agricultura de precisión en tiempo real. Esta tercera entrega busca mostrar algunos productos tecnológicos  e innovaciones que, en algunos casos, impacten el futuro de la producción  nacional.
Se estima que Latinoamérica, que solo alcanza a producir  el 50% o el 60% del potencial productivo de sus cultivos, podría mejorar sustancialmente si se dispone de acceso al financiamiento, conocimiento-tecnologías y mercado. Por otro lado, la FAO estima que  un tercio de la comida que se produce en el mundo se desperdicia. Eso es lo mismo que 4.3 billones de toneladas de comida todos los años. Esa es la cantidad que se necesita para alimentar cerca de  2 mil millones de personas. La solución que se busca debería ser una combinación: se tiene que ser más eficiente para producir en zonas donde se puede incrementar producción y asegurar que las plagas no arruinen los cultivos, disminuyendo desperdicios.
En República Dominicana se recomienda  trabajar en varias direcciones que aseguren obtener el potencial productivo de los cultivos cadena de cada región; diseñar una estrategia de desarrollo del sector propiciando la inversión pública-privada, como eje transversal, para fortalecer la producción de cultivos exóticos como  Quinoa, Pitahaya, Moringa, Lulo, Caimito, zapote, Pimienta, Orégano, Hierbas aromáticas, Algas Marinas, entre otros. Aprobada la ley de bio-seguridad, trabajar para establecer programas de  modificación genética, incorporando genes de  rendimiento, fortificación, resistencia a plagas y enfermedades, o a condiciones adversas (sequía y salinidad). Además, debe dársele prioridad a mejorar eficiencia de la cosecha e inocuidad agroalimentaria. Se recomienda, también, establecer en toda la geografía nacional, centros de agro-procesamiento e incentivar el uso de energía renovable en la agricultura. 


1.    Producción de cultivos exóticos
Con relación al fortalecimiento de la producción de cultivos exóticos, se puede subrayar que muchos de estos ya están, aunque tímidamente, establecidos en la República Dominicana. Sin embargo, la quinoa, considerado el “superalimento” y originario de la cordillera de los Andes, podría finalmente volverse asequible para todo público. Esto así, debido a que un grupo de científicos descifró con éxito el genoma de uno de los cultivos más nutritivos y menos aprovechados del mundo, según un estudio publicado en la revista Nature. Esta información llama poderosamente la atención debido a su valor nutricional y ser libre de gluten, por lo que el grano se ha vuelto muy popular en los mercados internacionales hasta el punto de ser alimento imprescindible para todos los amantes de la comida saludable. La enorme demanda y el hecho de que la producción sea casi exclusiva de las alturas de Bolivia, Ecuador y Perú, hicieron que los precios se dispararan. Los investigadores creen que el acceso a su código genético completo, rápidamente dará lugar a más posibilidades de producción que empujarán a reducir los costos.

Otra posibilidad para la República Dominicana podría ser la de producir alimentos a partir de las microalgas marinas, ya que las mismas se están usando a nivel mundial. De hecho,  un consorcio de empresas e instituciones públicas  investigan el uso de biocompuestos marino en la alimentación humana a  través de una producción industrial. Al abrigo de una colosal central térmica, se desarrolla la primera fase del proyecto que busca extraer biocompuestos de las microalgas para producir superalimentos para los humanos.

2.    Desarrollo de la ingeniería genética

El establecimiento de programas de ingeniería genética  en instituciones públicas-privadas puede ayudar a incrementar la tan deseada eficiencia productiva en la competitividad y seguridad alimentaria. Solo hay que imaginarse lo importante que sería para la producción nacional la implementación de  un programa de  secuenciación del genoma de los productos cadenas del país. Tener la habilidad de identificar los genes de resistencia a enfermedades y los de susceptibilidad es sencillamente un sueño, pero posible de realizar.  De hecho,  en la Conferencia sobre el Genoma de las Plantas y los Animales, en San Diego el 15 de enero del  2017, ha sido presentada la secuenciación del genoma de Coffea arabica, la especie responsable de más del 70 por ciento de la producción mundial de café. El financiamiento para la secuenciación fue proporcionado por el grupo Suntory, una compañía internacional de alimentos y bebidas con sede en Tokio. Ahora disponible para su uso inmediato por científicos y fitomejoradores de todo el mundo, la nueva secuencia del genoma ha sido enviada a Pythtozome.net, la base de datos pública de genómica vegetal  coordinada por el Instituto Conjunto del Genoma del Departamento de Energía de los Estados Unidos.

La repercusión de este hallazgo es de gran importancia económica y social  para la República Dominicana, pues brinda la oportunidad de acariciar la idea, a mediano plazo, de mantener el cafeto típico, del cual se posee algunas denominaciones de origen, en algunas zonas del país, lo que permiten conseguir precios preferenciales. Este hallazgo es más importante aún, porque en febrero del 2017, las autoridades del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) publicaron en Honduras una alerta, tras descubrir que una rara mutación de roya está afectando los cultivos de café en varios departamentos de ese país, lo que coloca a la República Dominicana en alto riesgo de contaminación.

El cacao (Theobroma cacao L.) es uno de los principales productos de exportación agrícola de la República Dominicana. Existe un total de 35,000 productores dedicados a este cultivo. La mayoría son de pequeña escala, alcanzando un tamaño promedio de finca de tres hectáreas (3 ha) El principal problema que afecta la producción de cacao en el país es el bajo rendimiento 390- 450 kg/h. Las principales causas de este problema son: edad avanzada de las plantaciones (60 a 100 años), mala selección varietal, mala calidad de las semillas y deficiente manejo del sistema de producción, originado por el poco conocimiento técnico en fertilización, manejo de poda, así como en el manejo y control de plagas. De ahí que se requiere un proceso intenso de transferencia y adopción de tecnologías en el cultivo. En  la República Dominicana no abundan las investigaciones en este cultivo. En Brasil, sin embargo,  investigadores del Instituto de Biología, de la Universidad de Campinas (IB-UNICAMP), en Sao Paulo, han estudiado la estructura y diversidad genética molecular de las variedades cultivadas en Bahía durante más de 200 años. La investigación la han llevado a cabo en colaboración con varias universidades e instituciones brasileñas.

Los investigadores secuenciaron el ADN nuclear de 270 muestras, y se centraron en 30 marcadores moleculares. Fue así como encontraron la base genética del Cacao de Bahía, descubriendo que ésta es muy estrecha, y que todos estos árboles son los descendientes de sólo unos pocos ejemplares. Descubrieron que los árboles que actualmente son resistentes al ataque del hongo Moniliophthora perniciosa tienen una mayor diversidad genética que los híbridos más cultivados en el país. Este hongo es endémico de América del Sur y el Caribe, y nunca ha cruzado los océanos para atacar plantaciones en África o el sudeste asiático. Nuevos híbridos de los árboles de cacao resistentes a las enfermedades están siendo obtenidos por los criadores de plantas en centros de investigación locales.

Una herramienta de la ingeniería genética con resultados a corto plazo es la biofortificación de cultivo. Esta también se puede lograr  mediante mejoramiento convencional. A pesar de su éxito, el mejoramiento convencional se limita a plantas estrechamente relacionadas (sexualmente compatibles), y por lo tanto depende directamente de la variación natural del nutriente de interés; además, requiere bastante tiempo para estabilizar el rasgo buscado. Aunque ciertas técnicas de biotecnología moderna (no la transgenia) pueden acelerar el mejoramiento convencional, el número mínimo de generaciones necesarias para cultivos de propagación clonal (por ejemplo, papas, batata, plátano y yuca) se estima en siete; para los cultivos de auto-fertilización (por ejemplo, arroz, trigo y sorgo), nueve generaciones, y para los cultivos de polinización cruzada (por ejemplo, maíz), 17 generaciones.

La biofortificación y la incorporación de genes de rendimiento mediante Organismo Genéticamente Modificados o Mejoramiento Tradicional, es una herramienta que el mundo científico esta abrazando. En entregas previas se había mencionado el Arroz Dorado en Bangladesh con beta caroteno, y debe añadirse que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de medio millón de niños en todo el mundo se quedan ciegos cada año debido a la falta de vitamina A. Según el organismo, esta problemática, además de ser la principal causa de ceguera prevenible en niños, aumenta el riesgo de enfermedades y muertes por infecciones graves. Es un problema de salud pública en más de la mitad de las naciones del mundo, especialmente en África y el sudeste asiático. Esta deficiencia afecta más a niños pequeños y a mujeres embarazadas de los países de bajos ingresos; por esto, científicos africanos están trabajando en el desarrollo de un sorgo que podría hacer frente a la ceguera.  

En Kenia, investigadores están abordando este problema desarrollando el sorgo biofortificado, un cultivo básico que ha sido modificado genéticamente para contener niveles más altos de vitamina A. Más de 300 millones de africanos subsaharianos dependen del sorgo como su principal fuente de calorías. Sus propiedades tolerantes a la sequía y al calor hacen que sea un cultivo vital en los países propensos a tener falta de agua, donde el riego no siempre es accesible. El Dr. Magomere y su equipo ya han aumentado la Vitamina A disponible en plantas de prueba de sorgo. “Este es el primer paso. El segundo paso ha sido aumentar la disponibilidad de hierro y zinc, y esto se ha hecho mediante la reducción de los niveles de una proteína que se une a hierro y zinc en las plantas. Cuando el producto esté listo y disponible para los agricultores locales, reducirá significativamente las deficiencias nutricionales de la población”. En la República Dominicana,  los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), Julio Nin, Ana Mateo, y Juan Cueto,  liberaron en el 2014 varias líneas de habichuela fortificada con hierro y zinc, con el método tradicional de mejoramiento, en una investigación financiada por el CONIAF.


Investigadores de Bélgica, China y Estados Unidos, desarrollaron arroz manipulado genéticamente mediante CRISPR/Cas9, con mayores niveles de amilosa y almidón resistente, compuestos que permiten mejorar el control de azúcar en la sangre, así como disminuir la incidencia y mitigar la gravedad de la diabetes de tipo II. Los cereales altos en contenido de amilosa (AC) y almidón resistente (RS), que no son digeribles y absorbidos en el estómago o el intestino delgado y pasan ​​directamente al intestino grueso, ofrecen beneficios potenciales para la salud, al reducir el riesgo de enfermedades no infecciosas.

El consumo de RS puede conducir a una disminución del índice glucémico (GI), que representa el aumento del nivel de azúcar en la sangre después de la ingesta de carbohidratos, y también podría prevenir el desarrollo de resistencia a la insulina no reversible en individuos sanos y diabéticos, así como disminuir la incidencia y mitigar la gravedad de la diabetes de tipo II. El RS también produce ácidos grasos de cadena corta (SCFA) que ayudan a mantener el tejido del colon más sano. Por otro lado, aunque una dieta alta en AC es altamente deseable y alimentos más saludables para algunos consumidores, los cultivos de cereales más altos en AC no están ampliamente disponibles.

Por medio de la manipulación genética, en Bangladesh, tres años después de la liberación de la berenjena transgénica Bt (resistente a plagas), se va a liberar su segundo cultivo transgénico: una papa resistente al hongo del tizón tardío,  tras la solicitud de aprobación comercial enviada por científicos al gobierno. El Instituto de Investigación Agrícola de Bangladesh (BARI),  ha desarrollado también la papa resistente al tizón (RT), que aplicó el pasado 29 de diciembre del 2016 explicó el director general de BARI, Rafiql Islam Monda.

Científicos de la Universidad de Riverside (California) y del Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI), han descubierto el secreto de cómo las semillas de arroz pueden soportar las inundaciones y crecer en dichas condiciones. Mientras que una nueva investigación de un científico de la Universidad Estatal de Iowa (ISU), EEUU, identificó un mecanismo genético que rige el crecimiento y la tolerancia a la sequía en las plantas, un desarrollo que podría conducir a desarrollar mejores características de rendimiento en los cultivos. Yanhai Yin, profesor de genética, desarrollo y biología celular, y académico en el Instituto de Ciencias Vegetales, dijo que los procesos biológicos que supervisan el crecimiento de las plantas y la sequía, a menudo chocan entre sí. Yin dijo que los científicos han observado durante mucho tiempo la tendencia de las plantas a ralentizar su crecimiento en tiempos de sequía para conservar la energía y combatir el estrés, pero los mecanismos genéticos que guían esas interacciones fueron mal comprendidos.

Un grupo de científicos argentinos de la Universidad Nacional de Cuyo publicaron un estudio en New Phytologist, en el cual reportan la transferencia horizontal de genes en la planta parásita Lophophytum mirabile, la cual obtuvo un 80% de sus genes mitocondriales codificantes desde la planta huésped. La transferencia horizontal de genes (THG) entre las mitocondrias de las plantas con flores se produce con frecuencia en la naturaleza, y en la mayoría de los casos, conduce a la formación de transgenes no funcionales en el genoma receptor. Las plantas parásitas (que obtienen alguna o todas las sustancias nutritivas que necesita para su desarrollo desde otra planta) son particularmente propensas a este fenómeno, pero sus genomas mitocondriales (ADNmt) han sido en gran parte inexplorados. Científicos argentinos de la Universidad Nacional de Cuyo realizaron un estudio genómico mitocondrial a gran escala de la planta holoparásita Lophophytum mirabile (Balanophoraceae) – la mitocondria es un organelo celular encargado del metabolismo energético y que tiene una unidad de ADN independiente y aparte del que se encuentra en el núcleo celular. Se realizaron exhaustivos análisis filogenéticos para abordar la frecuencia, el origen y el impacto de la THG. Esta información nos muestra la naturaleza espontáneamente ejecutando transgénesis, lo que abre muchas puertas al mundo del mejoramiento genético.

Pero el 2017 aun comienza, y parece traer consigo un torbellino de resultados promisorios. Tal y como ocurre con frecuencia, la ciencia continúa avanzando y un nuevo hallazgo genético llamado  CRISPR/Cas9  (la máquina de genes) promete superar a los OGMs. La técnica fue descubierta en el 2012 por Jennifer Doudna, especialista en bioquímica de la Universidad de California Berkeley, junto con Emmanuelle Charpentier, microbióloga del Instituto de Biología de las Infecciones, “Max Planck Institute for Infection Biology,”  y permite editar el ADN para evitar resultados indeseables a nivel genético. Asimismo, la técnica, edición genética, permite añadir características deseables a nivel celular. A través del CRISPR-Cas9 se puede detectar y seleccionar una secuencia fallida determinada de la cadena del ADN y, mediante una sustancia especial, puede corregir los puntos en falta y reconvertir la célula y transformarlos en un gen sano. Por ejemplo, se podría lograr que un embrión encaminado a complicaciones se convierta en uno sano, o hasta se podría evitar la predisposición natural ante ciertas enfermedades en vida. Se trata nada menos que de editar el propio mapa genético.
El abanico de posibilidades de la novedosa técnica parece inalcanzable. Ya se encuentran en desarrollo investigaciones con el fin de, por ejemplo, recuperar especies de animales extinguidas, alterar una cepa de levadura para transformar azúcar en biocombustible, o hasta extirpar el virus HIV de células humanas infectadas, aisladas en un laboratorio.
  1. Mejorar la eficiencia de la cosecha e inocuidad alimentaria
Las causas de las elevadas perdidas por cosecha en la mayoría de los cultivos son diversas. Van desde falta de mercado regionales, ataque de plagas y enfermedades, mal selección de variedad de siembra, mal manejo de programas agronómicos (uso y manejo de plaguicidas, programa de fertilización, programa de riego, control de malezas), desuniformidad de la plantación, etc. Los mercados regionales, que son los que podrían impactar a los productores de pequeños y medianos predios, se caracterizan por pagar precios bajos y ventas irregulares, distribución desordenada, con el consiguiente aumento de costo y perdida de frutas, así como la reducción en la calidad de los que no perecen totalmente; en el comercio al detalle, de una parte, falta de correlación entre precios y calidad, y de otra, grandes  oscilaciones de aquellos, con exorbitantes diferencias  y falta de paralelismo entre lo que paga el consumidor y lo que percibe el productor. En adición a esto, en innumerables ocasiones es preferible dejar perder el producto porque el precio ofertado no paga cosecharlo.
Con relación a inocuidad agroalimentaria, se recomienda la aplicación de los lineamientos plasmados en la  Guía del U.S Food and Drug Administration (http://www.fda.gov) para Reducir al Mínimo el Riesgo Microbiano en los Alimentos, para Frutas y Hortalizas Frescas, y el Manual para el Mejoramiento de la Calidad e Inocuidad de las Frutas y Hortalizas, elaborado para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la Dra. Mayra Piñeiro y la Ing. Luz Díaz (2004), el cual presenta un marco estratégico en el tema de la calidad y la inocuidad, basado en tres elementos fundamentales: a) Adopción universal de un enfoque de la inocuidad de los alimentos basado en los riesgos. Para el establecimiento de prioridades basadas en los riesgos debe disponerse de conocimientos científicos y sistemas efectivos y adecuados para notificar la incidencia de las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Los sistemas de inocuidad de los alimentos, con un enfoque basado en la cadena alimentaria, se benefician también de los análisis intersectoriales que comprenden otras esferas, evaluaciones de los riesgos relacionados con la vida humana y la sanidad animal y vegetal y temas conexos, tal como el de la bioseguridad. b) Aumento de las medidas preventivas de la contaminación alimentaria al origen, establecidas tanto en la reglamentación como en los sistemas de control de los alimentos, incluidos el desarrollo y la difusión de prácticas recomendables en toda la cadena alimentaria, y basadas en los principios de las buenas prácticas agrícolas (BPA), las buenas prácticas de fabricación y/o de manufactura (BPF/BPM) y el sistema de análisis de peligros y de puntos críticos de control (APPCC) c) Adopción de un enfoque integral de la inocuidad de los alimentos que abarque toda la cadena alimentaria (desde la "granja" –o el mar– hasta la mesa, como se dice a veces) y que se ajuste a la definición de la FAO del enfoque basado en la cadena alimentaria, en que se comparte la responsabilidad de la producción de alimentos inocuos en toda la cadena. 

República Dominicana debe mantenerse en alerta constante con respecto a todo lo concerniente a este tema. El 16 de Febrero 2017, New Desk, señala que  “la comida importada enferma a más estadounidenses que nunca”. En los "brotes de enfermedades asociadas con alimentos importados en los Estados Unidos, 1996-2014", se informa que hay "un pequeño pero creciente número de brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos asociados con alimentos importados, más comúnmente peces y productos agropecuarios".  Muchos de estos brotes, especialmente aquellos relacionados con los de productos agropecuarios, se remontan a América Latina y el Caribe. Por lo que sería sabio iniciar un proceso de fiscalización de los procesos locales e introducir, si es necesario, nuevas tecnologías para la detección de problemas con la inocuidad en el país. Recientemente, como parte de  una colaboración entre el instituto de capacitación Intagri y la revista Productores de Hortalizas, el Dr. Lightbourn  presentó un sistema innovador que pretende establecer un proceso fortificado para enfrentar los retos más serios del sistema alimentario.

El método más moderno es la espectrometría, porque se determina la mayor parte, de manera cuantitativa, de todos los elementos de la tabla periódica a límites de una parte por trillón. Así, será posible identificar cualquier metal para poder garantizar que no haya ningún elemento contaminante desde el punto de vista de los metales pesados. El camino hacia una verdadera inocuidad alimentaria consiste en comprobar la sanidad y calidad de los productos de una manera trazable, confiable y con credibilidad y certidumbre
4.    Incentivar el uso de la energía renovable en la agricultura 

 
El uso de energías renovables tales como el fotovoltaico, el solar térmico, la energía eólica, la biomasa (biogas, leña, materias vegetales), la energía hidráulica, geotérmica, o de las mareas, puede contribuir a la salvaguardia del entorno, ya que la agricultura está bien adaptada para este tipo de aplicaciones. Guacimara Medina (2016) señala que en el caso concreto de este sector agroalimentario, se suma otra importante circunstancia que puede potenciar las oportunidades que ofrecen las energías renovables, ya que, en muchos casos, las explotaciones agrícolas y ganaderas se sitúan en lugares alejados de núcleos urbanos donde no existe suministro eléctrico. Entre las distintas fuentes de energías limpias destaca: 

Energía solar térmica: Más conocida por su uso doméstico, de carácter obligatorio a partir de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación en 2006. Se trata del uso de placas solares térmicas para el calentamiento de agua, que en agricultura puede emplearse en procesos de desinfección en la industria agroalimentaria o también empleando estas placas para obtener la llamada “refrigeración solar”, que podría utilizarse en bodegas para el control de la temperatura del mosto y vino.

Energía solar fotovoltaica: Placas compuestas por células fotovoltaicas que transforman la radiación solar en electricidad. Se pueden usar para la iluminación de algunos invernaderos de flores, control de sistemas de riego, etc., así como suministro eléctrico de una granja, empaquetado o vivienda. Como ejemplo, se puede citar que una vivienda aislada con consumo autónomo necesitaría unos 1.500 W para el consumo básico, lo que supondría una superficie de 8 m2 de placas solares y una inversión aproximada de 5.000 euros. 

Energía eólica: Existen miniaerogeneradores de entre 200 W hasta 5 kW, utilizables para aquellas zonas donde la radiación solar no sea suficiente, pero sí exista una influencia de viento bastante regular a lo largo del año. En este caso, la inversión estaría desde unos 800 a 15.000 euros. 

Energía marina: Es toda aquella que es transportada por las olas, marea, corrientes, salinidad o diferencia de temperatura, y que puede aprovecharse a partir de tales recursos. Cualquier movimiento que procede del mar es energía cinética y potencial que se aplica en la vida actual. Los océanos o mares producen dos tipos básicos de energía: mecánica y térmica. La energía mecánica se produce de acuerdo con la rotación de la Tierra y la gravedad de la Luna, ya que ambas crean fuerzas mecánicas: mientras la primera crea viento en la superficie del océano y en consecuencia se forman las olas, la atracción gravitatoria lunar genera mareas y corrientes costeras. 

La energía térmica, por su parte, se obtiene cuando el Sol calienta la superficie marina, a la vez que las profundidades permanecen frías. Esta diferencia de temperatura permite que la energía se convierta en otro tipo de energía: la eléctrica. Algo similar desarrolla, la empresa Capta Hydro, fundada en 2015 por ingenieros de la Pontificia Universidad Católica de Chile, diseñando y comercializando un nuevo sistema hidroeléctrico compuesto por un soporte que permite la instalación de entre uno y tres rotores especialmente diseñados para canales artificiales.

 Energía de la biomasa: Esta es una fuente de energía muy interesante para la agricultura y la ganadería porque ofrece el aprovechamiento de los residuos orgánicos, puesto que se basa en generación de combustibles alternativos a los combustibles fósiles para su combustión a partir de los purines y estiércoles animales y/o de restos vegetales. La inversión implica en este caso, dotar a la explotación de las infraestructuras necesarias para el correcto procesado de los residuos. 

Los términos bioenergía, biocombustible y biomasa a menudo se confunden. La bioenergía es toda la energía derivada de los biocombustibles, que son combustibles derivados de la biomasa. La biomasa es la fuente de la bioenergía. Alrededor del 10% del suministro total de energía proviene de la biomasa, y la mayor parte (80%) proviene de fuentes de biomasa "tradicionales" de madera, estiércol y residuos de cultivos. Globalmente, el agua de riego destinada a la producción de biocombustibles se estima en 44 km3, es decir, el 2% del agua de riego. 

Daniel M. Kammen (2009) del International Food Policy Research Institute señala que la bioenergía en los países en desarrollo los programas para la producción de energía derivada de biomasa ofrecen una amplia gama de beneficios, pero lograrlos requiere de una orientación significativa por medio de las políticas públicas. En los campos del combustible para uso doméstico y de la salud, se pueden lograr grandes avances en reducir el consumo de combustible y mejorar la salud por medio del diseño y la difusión de estufas mejoradas. Al mismo tiempo, se pueden lograr importantes beneficios para la sostenibilidad forestal y la producción de biomasa implementando estrategias para el manejo sostenible de los desechos agrícolas y forestales. Dice Kammen, también, que No obstante, los avances más importantes se logran cuando se hace un esfuerzo por integrar ambos programas, un objetivo técnicamente viable, pero que suele ser un reto político.

Para hacer que los programas integrados de uso final y de producción forestal y agrícola sean la norma, se necesita una planificación integrada que incluya el sector forestal, de salud pública y de transporte. La producción comercial de energía a partir de biocombustibles también atravesó una revolución tecnológica y económica en la última década. Esos cambios abren la puerta para una producción moderna con emisiones bajas de carbono, así como para importantes reducciones en el uso de la gasolina (como la disminución de entre 40 por ciento y 50 por ciento lograda en Brasil) A la República Dominicana, en particular, le debe interesar este hecho, debido a los significativos beneficios que los biocombustibles brindan al sector del empleo comparado con aquellos que otorgan los sistemas de combustibles fósiles. Por esta razón, se justifica poner mayor atención a los programas de etanol, biodiesel y gasificación de biocombustible. Se recomienda apoyar la investigación y el desarrollo a nivel local e internacional y, además, prestar cuidadosa atención al desarrollo de sistemas útiles para la distribución de biocombustibles mezclados con gasolina. Se pueden obtener los mayores beneficios cuando las prácticas tradicionales de producción de biomasa son integradas en esquemas bioenergéticos en base al etanol de tal manera que se apoye a los agricultores locales (aportando biomasa sólida destinada a la cocina) y se produzca etanol o biodiesel para el consumo local o la venta regional.


(Este escrito no es más que resúmenes, notas de noticias y opiniones de carácter técnico tomados  de diferentes fuentes nacionales e internacionales. No debe ser utilizado como referencia sobre el tema ya que solo son extractos)

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