lunes, 12 de octubre de 2015

ES EL MOMENTO AGRÓNOMOS, AHORA O NUNCA...

Por: Arturo Bisonó, i. a.
(artubiso@gmail.com)

La Agronomía como profesión remonta a mediados del siglo XIX, que no es mucho tiempo en cualquier contexto, pero en el panorama global y nacional han ocurrido muchas cosas. Los conceptos han evolucionado, la información y el mercado se han globalizado.

La agronomía y sus profesionales han transformado al planeta y, además de proporcionar nuevas técnicas para producir más alimentos, combustibles y fibras, sus aportes han tenido profundos efectos sobre condiciones esenciales para la salud y bienestar humano, como calidad y disponibilidad de agua, composición atmosférica, biodiversidad, temperatura y precipitación. Con respecto a los gases con efecto invernadero, ciertos métodos agronómicos como deforestación y el uso de ciertos fertilizantes son responsables de alrededor del 20% de las emisiones del GEI (gas efecto invernadero). En algunos casos estas prácticas son insostenibles, utilizando los recursos del suelo y agua mucho más rápido de su capacidad de recuperación, y requiere de una renovación de técnicas más sostenibles de parte de los profesionales agrarios.

La comunidad científica ha tomado conciencia de que la población del mundo se expande con rapidez, aumentando su demanda por cantidad de alimentos y otros productos y bienes generados por la agricultura. Muchos desequilibrios han desaparecido, pero otros se han acentuado. Ha crecido la conciencia ambiental y se ha perfeccionado el concepto de sustentabilidad. No se trata solo de producir alimentos con urgencia inmediata, sino de resguardar el derecho a la vida y prosperidad de las generaciones futuras. Disminuye los suelos cultivables en el mundo, se afecta la biodiversidad, se teme a la escasez de agua, el cambio climático es una realidad cercana.

Se ha comprendido que el fertilizante nitrogenado es una necesidad indispensable como insumo para la producción agrícola, pero que debe ser usado con moderación y racionalidad. Los combustibles fósiles, finitos por definición, se han encarecido y transformado en riesgo ambiental por el potencial contaminante de sus emisiones. La humanidad está sobre-utilizando y deteriorando los recursos del planeta tierra.

A través de los avances tecnológicos nos damos cuenta de la existencia de variabilidad en los suelos cultivables, esto requiere el uso de nuevas tecnologías como GPS, DGPS, sensores, satélites, e imágenes satelitales, y herramientas de manejo de la información (GIS) para con esto aumentar la productividad y bajar los costos, tomando mejores decisiones con la información generada por las tecnologías antes mencionadas.

Aumentar sustentablemente la producción de alimentos es función de la agronomía. En esta dirección la biotecnología ofrece soluciones valiosísimas a través de la ingeniería genética.

En fin, vivimos una realidad desafiante como ingenieros agrónomos y dichosos los que tenemos la suerte de pertenecer a esta generación que va a dirigir y orquestar los grandes cambios de la agricultura dominicana y el mundo.


Feliz “Día del Agrónomo” colegas!!! En Hora Buena...

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