Por: Ing. Juan
Modesto Chávez., MSc.
Director
Ejecutivo del CONIAF
(jchavez6029@gmail.com)
El concepto de la reconversión productiva agropecuaria ha sido
investigado y desarrollado a lo largo de los años por diversos expertos,
quienes han planteado distintos enfoques. En la década de los 60s, fue definida
como el proceso de aplicar nuevos conocimientos científicos a los factores de
producción con el objetivo de hacer del sector agropecuario uno de los más dinámicos
de la economía. La reconversión productiva
agropecuaria se define como el cambio o
transformación voluntaria hacia una producción agropecuaria diferente a la
actual; busca innovar y agregar valor a
la producción mediante la utilización de sistemas tecnológicos eficientes en
toda la cadena productiva. En la actualidad, otros la definen como un intento por adaptar la producción
a las condiciones del entorno competitivo nacional e internacional, con el
objetivo de que los productos incursionen con éxito en los mercados, que consoliden
su presencia en ellos y la amplíen.
En Latinoamérica, se han dado distintas
experiencias de políticas para la reconversión productiva, lo que indica que en la región hay conciencia sobre la
necesidad de acciones orientadas hacia la modernización del sector. Para citar
sólo algunos ejemplos, en Costa Rica se cuenta con el Programa de Reconversión
Productiva, en Argentina existe un Programa Federal de Reconversión Productiva
para la Pequeña y Mediana Empresa Agropecuaria -Cambio Rural, y en México está
el Programa Integral de Reconversión. En el caso específico de Chile la
política está más enfocada hacia el tema de la modernización de la agricultura, existiendo una política diferenciada de apoyo a la Agricultura Familiar
Campesina.
Así define la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Méjico
(2004) los tipos de conversiones
y reconversiones productivas:
a. Conversión de cultivos: introducción o establecimiento de un cultivo o especie alternativa con mejor adaptación agroecológica y con mayor
competitividad.
b. Cambios tecnológicos: Conjunto de adecuaciones o ajustes a corto plazo
realizados a la tecnología dentro de las especies o cultivos establecidos en un área con el objetivo de mejorar
productividad, competitividad y sustentabilidad.
c. Reconversión Productiva: Cambio de la actividad agropecuaria o Forestal buscando aprovechar la actitud potencial del
área o sitio con un uso optimo del suelo.
d. Recuperación de zonas degradada: Conjunto de actividades tendentes a la
rehabilitación de un ecosistema degradado, para recuperar las funciones originales del mismo y mantener
las condiciones que propicien su persistencia y evolución.
La reconversión productiva del sector
agroalimentario de Republica Dominicana se presenta como una alternativa para
enfrentar exitosamente el proceso de apertura comercial a nivel multilateral,
regional y bilateral. Esta apertura plantea dos retos: la competencia en el
mercado doméstico con aquellas importaciones a las cuales se le han concedido preferencias arancelarias o más competitivas y
el aprovechamiento del acceso a mercados externos con productos de calidad, con
valor agregado y a precios competitivos.
En la mayoría de nuestras áreas de producción, la
reconversión debe estar anclada en la aplicación de tecnologías generadas o
validadas y ajustadas a nuestras condiciones, siempre y cuando los resultados
hayan mostrado el potencial que tienen para incrementar la productividad, lo
que contribuiría con la seguridad alimentaria nacional y a garantizar el acceso
a mercados internacionales. Un ejemplo práctico lo constituyen más de treinta
(30) productos tecnológicos que se han generado, validados y o ajustados en el
Sistema Nacional de Investigación Agropecuaria y Forestales (SINIAF), los
cuales están disponibles para su uso. Aquí
mencionamos algunos:
Seis (6) validaciones y ajustes tecnológicos
financiados y supervisados por el
Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF) y
ejecutada por el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y
Forestales (IDIAF), en variedades introducidas de yuca Valencia, CM6921 y TAI 8, en Santiago Rodríguez,
Mao Valverde, Espaillat y La Vega Real, con
rendimientos promedios de alrededor 30 quintales por tarea (una tarea equivale
a 629 m2), en el caso de la primera (Valencia) con características deseadas
para el mercado de exportación. La variedad
CM6921, conocida en la zona de Santiago Rodríguez como Lima 21, posee
alta tolerancia a plagas y enfermedades, prospera bien en terrenos
accidentados, tolera bien periodos cortos de sequia y sobre todo se puede
consumir en fresco y para la producción de casabe. Los rendimientos de estas variedades triplican
el promedio obtenido por las variedades tradicionalmente cultivadas en esas
áreas.
En la actualidad se implementa un proyecto de
transferencia de tecnología para producción de habichuela financiado y
supervisado por del CONIAF y ejecutado
por el IDIAF en Puerto Escondido, Postrer
Rio y La Descubierta, provincia Independencia. En el mismo, el cambio
tecnológico propuesto es la siembra en hileras usando un caballo; reducción a
la mitad de las semillas usadas tradicionalmente en la zona, aplicaciones de
fertilizantes bajo un calendario establecido y control integrado de plagas y
malezas. Bajo este nuevo esquema de producción se obtiene un promedio de 1.8 quintales (180 libras) por tarea comparado a
0.6 quintales (60 libras) por tarea, que es el promedio de producción en la zona de influencia del proyecto. Hay que
destacar, que algunos productores utilizando el mismo paquete tecnológico han
obtenido de 2.0 a 3.2 quintales por tareas. El “nuevo” concepto de producción aparte de
utilizar menor cantidad de semillas para siembra (50%), también utiliza menos
mano de obra en riego y control de malezas, y con ello se reducen los costos de
producción.
Duplicar o triplicar los rendimientos de habichuela
no ha sido un milagro, es el resultado de la transferencia de tecnología
simple, nada del otro mundo. Resulta evidente, que lo que estaba faltando en
estas zonas era la disposición de llevar a los agricultores la tecnología ya
generada en habichuela y que de por sí es muy conocida en la provincia de San
Juan.
Estos
son ejemplos de productos tecnológicos que posee el SINIAF y de la misma forma
podríamos puntualizar en arroz con el logro de nuevas variedades y estrategias
para el manejo del vaneamiento, nuevas variedades de leguminosas comestibles
(habichuela y guandul). El SINIAF ha entregado a los productores por intermedio
del Ministerio de Agricultura las siguientes variedades de habichuela (frijol): Buena
Vista, de color rojo moteado, de granos largos, tolerante a roya y al mosaico
dorado; la variedad Jaconim de granos tipo Yacomelo (Cranberry); la variedad Blanco San Juan y la DPC 40 de granos negros.
De igual manera tres nuevas variedades de guandul a saber: IDIAF Navideño,
sensible a foto periodo; IDIAF Primor,
insensible a foto periodo, con habito de crecimiento tipo uno (determinado), de granos grandes aptos
para enlatados; y la variedad Arroyo Loro
IDIAF, con características similares a la anterior pero de crecimiento
indeterminado.
Así, podríamos seguir describiendo productos disponibles en café, cacao, frutales y otros aportes del SINIAF sobre los cuales deben descansar los planes de reconversión agrícola para la República Dominicana.
Así, podríamos seguir describiendo productos disponibles en café, cacao, frutales y otros aportes del SINIAF sobre los cuales deben descansar los planes de reconversión agrícola para la República Dominicana.
En
el SINIAF existen logros tangibles que
han sido fruto de los trabajos de campo del personal del CONIAF, IDIAF, ONGs y
de las facultades de agronomía y Veterinaria de las Universidades Dominicanas. Para
garantizar la sostenibilidad del proceso, tenemos jóvenes
dominicanos cursando estudios de
maestría y doctorado en universidades de los
Estados Unidos de Norteamérica, Alemania, Brasil, México, Chile y Puerto Rico. Estos tienen compromisos
contractuales y vendrán a fortalecer el Sistema de Investigación con nueva
ideas y con el entusiasmo propio de una nueva generación que desea poner en
práctica los conocimientos adquiridos para ayudar al desarrollo del proceso de
reconversión productiva de República Dominicana.
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