Ing. Agrón. José A.
Moreta P.,
Jmore4710 @gmail.com
Hace cerca de 4 décadas que en la República Dominicana no se realizan
los censos generales agropecuarios según fuera pautado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir del año 1930 y retomado
por el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) a partir de su creación en 1945. El VII y último Censo Agropecuario Nacional fue
realizado en febrero de 1981 y diecisiete (17) años después, en
febrero de 1998, la Secretaria de
Agricultura, hoy Ministerio, realizó el
“Registro Nacional de Productores Agropecuarios”, que aunque contó con un buen nivel de
informaciones, no tenía la categoría de censo por sus limitaciones en
las variables estudiadas.
Las instituciones responsables del
planeamiento y ejecución del VIII Censo Nacional Agropecuario, cuyos resultados
constituyen un valioso instrumento para la planificación, lo han estado
postergando de manera periódica e indefinida. Recordamos que en octubre del
2006 la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y la Secretaria de Agricultura (SEA) de entonces, se comprometieron a ejecutarlo en ese mismo año mediante un acuerdo interinstitucional. El
ministro de agricultura de esa fecha aseguraba, a raíz de la firma del
convenio, que a más tardar a
inicios del año siguiente (2007), se tendrían disponibles los primeros resultados de este censo.
El más reciente intento realizado para
levantar la información del VIII Censo por las autoridades nacionales de la ONE y las
del Ministerio de Agricultura ha sido el
inicio y terminación del llamado
“Precenso Nacional Agropecuario”, siempre contando con la cooperación de la Representación de la FAO-RD y, esta vez, también se agregó la cooperación de
la Unión Europea en el país. En marzo de
2015 los ejecutivos de estas instituciones nacionales y de cooperación
internacionales firmaron el Acuerdo
de ejecución del Precenso, cada una asumiendo un rol establecido. Con
antelación a esa fecha, en el año 2013, el Poder Ejecutivo promulgó
el Decreto No. 348-13, que en su Art.
1ero. “declara de interés y prioridad nacional para la promoción del desarrollo
rural, consignado en la Estrategia Nacional de Desarrollo, la preparación, organización,
levantamiento, procesamiento y difusión del VIII Censo Nacional Agropecuario
Nacional”.
El levantamiento de la información precensal en
todo el territorio nacional es una especie de diagnóstico que refleja la realidad de la agropecuaria en sus
diferentes variables al momento de la investigación y que facilita un censo más
acabado y confiable. Cabe destacar que hace
más de 2 años en el 2015 la ONE
como institución ejecutora y el
Ministerio de Agricultura apoyando en el planeamiento y la ejecución de campo, han dado por
finalizado el “Precenso”. Sin embargo, la ejecución
del VIII Censo se mantiene en un limbo inexplicable, lo que al parecer, obedece a falta de recursos financieros para
su realización.
Con ese precedente, resulta evidente
que la República Dominicana y muy específicamente su sector agrícola y pecuario
adolecen de información actualizada para la planificación, al haber transcurrido el indicado largo período sin la elaboración de tan importante estudio que cada país del ámbito latinoamericano debe
ejecutar cada 10 años.
En ese horizonte temporal de falta del
estudio censal, el país ha experimentado
profundas transformaciones en su estructura productiva rural. Entre
esas transformaciones están las
producidas en el uso y propiedad de la tierra por efecto de las migraciones del
campo a la ciudad de los propietarios agrícolas en busca de mejores ingresos y condiciones de
vida. Otros indicadores han cambiado tales como la superficie por
rubro, tipos de cultivos, las
tecnologías utilizadas, la mano de obra
empleada, la crianza pecuaria y la vida
rural, en general.
El propósito del Censo Agropecuario Nacional, con la periodicidad que manda la normativa
internacional, es tener información actualizada sobre la producción
agropecuaria y la vida rural que sin ella no sería posible tomar decisiones de políticas y
elaborar con el mayor acierto los programas y proyectos que emprenden
las instituciones públicas y privadas vinculadas con las actividades del
sector. Son los resultados del censo los que permitirán al país cumplir y evaluar con certeza
los compromisos internacionales,
por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, entre otros.
En ese contexto, todo parece indicar
que las autoridades agropecuarias no
reconocen en toda su magnitud la importancia y valor de tener actualizado todo el volumen de
información estadística que provee el censo para la planificación nacional y,
por ello, lo han
dejado consecutivamente a la posteridad. Esta no es una responsabilidad que atañe sólo a las autoridades del sector público sino también a los líderes sectoriales que
deben exigir el cumplimiento del Censo Agropecuario como una real necesidad
nacional.
Desde la fecha de ejecución del
último censo en 1981 hasta el año que discurre
(2017), han dirigido el Ministerio de Agricultura, anterior Secretaria Estado de Agricultura, alrededor 21 Ministros y/o Secretarios, rectores de la política agropecuaria nacional
y pertenecientes a los tres principales partidos políticos que se han repartido el poder de
manera alterna en la república
dominicana durante nueve(9) periodos de
gobiernos, incluyendo el actual, en los
últimos 36 años sin realizar el Censo
Agropecuario Nacional.
Es evidente que no ha existido y hasta ahora aún no existe la voluntad política para ejecutar
el necesario y esperado VIII Censo Nacional Agropecuario. Los líderes del
sector agropecuario públicos, privados y los gremios agropecuarios están en la obligación
de exigir el cumplimiento sin más demora de este compromiso vital.
Es la manifestación de querer contar con datos del sector agropecuarios actualizados que reflejen la situación actual, con los que podamos presentar la cara real de la agricultura , la pecuaria y la vida rural.
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