La
realización del 3er Congreso de la Asociación Dominicana de Ingenieros
Agrónomos (ADIA) encuentra a esa organización inmersa en un plan de lucha de la mano con los demás gremios del Sector
Agropecuario Dominicano.
El ingeniero
César Matos, vocero de la organización, resaltó que en este año los
profesionales del agro han decidido denunciar públicamente las precariedades
que afectan el sector y, particularmente,
a los profesionales.
Indicó el
actual presidente de la asociación, en una rueda de prensa realizada en su
local, que estamos ante una gran oportunidad de estudiar la crisis sistémica
que afecta el sector, de tal modo que se puedan plantear soluciones
definitivas, en lo que tiene que ver con el futuro de la carrera de agronomía
en la República Dominicana.
La Asociación
Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA) cumple en este mes de febrero 37
años, desde su fundación. Este martes 14 de febrero la Dirección Nacional del
gremio anunció el inicio de su 3er. Congreso dedicado a la memoria del ingeniero
agrónomo Quilvio Cabrera Mena, quien fuera dos veces presidente de la
organización y director del Instituto Agrario Dominicano (IAD).
Haciendo un
recuento de la actual coyuntura que vive el sector, el ingeniero César Matos
deploró el abandono en que se encuentra el sector rural dominicano, cuyas
potencialidades no son aprovechadas seriamente, ya que las inversiones en los
programas de lucha contra la pobreza no pasan de ser una propaganda, sin que se
logre en la práctica reducir significativamente la misma, tal como exhiben
otros países del hemisferio (Ejemplo: Costa Rica, Chile, Bolivia).
Destacó el
reconocido dirigente profesional que los signos del olvido son:
1.
35 años que en el país no se
realiza un Censo Agropecuario, como línea de base para el estudio, la
planificación del crecimiento y el desarrollo del sector.
2.
Abandono de la infraestructura
productiva básica, desmejoramiento de los suelos, mal estado de los caminos
vecinales, canales y drenajes.
3.
Abandono de la agroindustria
tradicional y su transferencia a monopolios (caña de azúcar, tabaco, café,
etc.)
4.
Abandono de los servicios
de asistencia mínima del Estado en
condiciones de emergencia a los pequeños y medianos productores (es el caso de
los productores que se quedaron esperando el anunciado apoyo del Ministerio de
Agricultura para la rehabilitación de sus cultivos y caminos vecinales, después
de las inundaciones del pasado fin de año).
5.
Sustitución de la producción
nacional por importaciones de alimentos que se pueden producir localmente.
6.
Autorización irresponsable de
importación de rubros agrícolas en el mismo
momento en que se aproxima la cosecha a nivel local.
7.
Ausencia de una adecuada
inversión en los programas de investigación, capacitación (para productores y
profesionales), y extensionismo agropecuario.
8.
Abandono de todos los Centros
Regionales de Capacitación en casi todo el país.
9.
Ausencia de un verdadero
programa de agricultura familiar, como base de sustentación de la economía del
sector rural.
10.
Servicios agrícolas
insuficientes y caros.
11.
El Estado no respalda la
carrera de agronomía. La ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa (Ley
41-8) es letra muerta (los profesionales en las instituciones del Estado llevan
entre 3 y cuatros años que no cobran sus bonos por desempeño, y desde el año
1997 no reciben un incremento salarial significativo.
12.
Funcionarios incompetentes e
improvisados.
César Matos,
presidente de la ADIA, apeló al buen juicio y la sensibilidad del presidente
para que pensione a unos 500 agrónomos envejecientes, los cuales llevan 5 años
en espera de una pensión digna con disfrute del seguro de salud, así como
también para que mejore el salario base de los agrónomos hasta los 45 mil
pesos. Aseguró que el referido aumento
se logra con una partida anual de 560 millones de pesos, dinero que puede ser
transferido de una de las cuentas de la presidencia.
Destacó que
esta inversión no es grande, y no represente ni siquiera un 0.1 por ciento del
monto total del presupuesto de la nación (que es de 711 mil millones de pesos).
El vocero de
los ingenieros agrónomos destacó el trabajo que viene realizando esta
organización para promover un ejercicio alternativo de la carrera de agronomía
en la República Dominicana, el cual busca incluir a más profesionales en
emprendimientos productivos, por medio de la Cooperativa Agropecuaria y
Servicios Múltiples, Asistencia Técnica y Capacitación (COOPSEMATEC).
En ese orden,
el ingeniero Matos destacó que a petición del presidente de la República, la
ADIA y la Cooperativa han sometido 7
proyectos productivos que requieren un financiamiento por parte del gobierno de
635 millones de pesos.
Destacó
además, que si el presidente lo aprueba, tan solo el proyecto para el “Fomento
de 20 mil tareas de Cacao Orgánico” beneficiaría directamente a 100 profesionales
agropecuarios de la provincia de Monte
Plata, y el mismo crearía más de 1000 oportunidades de empleo para la juventud
rural y los trabajadores agrícolas de esa demarcación.
Matos
puntualizó que, de ser financiado, este proyecto producirá un triple impacto
positivo:
1.
Creará un cinturón de seguridad
alrededor del parque Los Haitises para detener la agricultura nómada y la quema
del bosque.
2.
Detendrá la presión demográfica
que deteriora los recursos naturales, y así garantizar que el 60 por ciento del
agua que consumen los municipios de Santo Domingo Norte y Santo Domingo Este
siga fluyendo con suficiente cantidad y calidad.
3.
Creará empleos, y una relación
armónica del hombre con la naturaleza.
Por último,
César Matos anunció que, por resolución de la Dirección Nacional de la ADIA, se
declara a la viuda del ingeniero Quilvio Cabrera, la Lic. Rita Espejo de
Cabrera, y a sus hijos, como miembros de honor de la Asociación Dominicana de
Ingenieros Agrónomos.
SANTO
DOMINGO, D. N.
Excelente.
ResponderEliminarTambién hay que destacar que el proyecto de fomento de cacao orgánico de 20,000 tareas en Monte Plata será una gran fuente de generación de divisas para el país.