para combatir
el hambre y la pobreza
SANTO DOMINGO.- Técnicos del Consejo Nacional de
Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF), destacaron el uso de la
ingeniería genética para mejorar características productivas en plantas y
animales, lo que aseguran que representa un gran avance en la lucha contra el
hambre y la pobreza.
Juan Chávez, director de la institución, indicó que una de
las aplicaciones inmediatas de la biotecnología vegetal, es el uso de las
plantas como bio-reactores, es decir, como una especie de fábrica para la
producción de medicamentos, anticuerpos, vacunas, biopolímeros y
biocombustibles.
Definió la biotecnología (en el ámbito agropecuario) como la
introducción de nuevos genes a las plantas cultivables y animales de corral,
con el fin de conseguir características deseables, y afirmó que esta tecnología
representa el futuro de la agropecuaria nacional.
Mientras, el investigador y profesor universitario Gabriel A.
Domínguez, señaló que el avance científico vertiginoso de esta tecnología a
nivel mundial ha permitido desarrollar múltiples especies y variedades de mayor
rendimiento, resistencia a plagas, y a condiciones abióticas cada vez más
severas debidas al cambio climático.
Consideró razonables las opiniones externadas recientemente sobre
la necesidad de introducir variedades de arroz genéticamente modificadas para
hacer este cultivo más competitivo.
Ambos coincidieron en que para introducir a la
República Dominicana cualquier variedad de alto rendimiento obtenido en otro
país, la misma “debe ser muy bien evaluada por las instituciones del Sistema
Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (SINIAF), las cuales
poseen la capacidad científica y tecnológica para determinar mediante ensayos
si se mantienen las buenas características señaladas por sus obtentores.
Señalaron que así como a nivel internacional
los científicos han logrado grandes avances en la producción de soya, maíz,
trigo, avena, centeno arroz y alfalfa, entre otros cultivos, el uso de esta
tecnología permitiría a los investigadores locales especialistas en biotecnología
producir variedades resistentes y con mayor potencial nutritivo en habichuelas,
berenjena criolla, frijolillo (anconí), ají cachucha, chinola, auyama, lechosa,
plátano, guineo, yautía (blanca y coco), ñame, entre otros cultivos
tradicionalmente cultivados por pequeños y grandes productores.
Afirmaron que con la aplicación de la
biotecnología se podría prevenir la introducción y
proliferación del hongo patógeno causante del Mal de Panamá; se generarían nuevas
variedades para enfrentar el problema del Huanglongbing (HLB) en los cítricos, así como la
Roya y otras enfermedades del café, el
vaneamiento y otras enfermedades del arroz, la susceptibilidad de las
variedades de habichuela, guandul, yautía, batata, yuca y otros rubros de gran
importancia en el país.
Chávez y Domínguez apelaron
a la sensibilidad del Presidente Danilo
Mediana para que este nuevo año 2016 “nos enfoquemos, con su mandato en manos,
en ayudar a aumentar la competitividad del sector, y para esto transformar y
modernizar el mismo, introduciendo grandes cambios en nuestros ejes de
agricultura familiar, pilar de la seguridad y soberanía alimentaria, y la
agricultura para la exportación. Tenemos encarecidamente que descontinuar la mala práctica implementada
desde antaño de entregar el sector agropecuario exclusivamente a los importadores, quienes (desde luego) empujan y apuestan en
vía contraria a la recuperación de aparato productivo e intervienen en primera persona en las restricciones
de las asignaciones presupuestarias de instituciones del SINIAF (CONIAF e
IDIAF) que trabajan en la generación, validación de nuevas variedades, otras innovaciones
tecnológicas y transferencia de estas
tecnologías a técnicos y productores lideres ”.
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