lunes, 22 de marzo de 2021

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SUS EFECTOS EN LA AGRICULTURA DOMINICANA

Por: Ing. José Moreta,

jmore4710@gmail.com

Estudios realizados por  expertos  que tratan el  tema del “cambio climático” muestran los riesgos   ambientales  evidentes  que ya  se están manifestando a nivel planetario,  cuyos  efectos económicos  se expresan y se expresarán eventualmente   de manera catastrófica en la agricultura. Los expertos han elaborado  mapas   donde señalan las zonas agrícolas  que estarán sometidas a  riesgos potenciales,  debido a los  problemas  del calentamiento global provocados por   los “Gases de Efecto Invernadero” (GEI).

En ese mapa  aparece la   isla  La Española,  compartida por  República Dominicana y  Haití,  dos países  en el  caribe  que ocupan el primer y  quinto lugar,  respectivamente,    entre los más vulnerables  al cambio climático y ambos  tendrán  el riesgo potencial  de experimentar en el año 2050  temperaturas promedios de más de 30 grados centígrados,  debido al calentamiento global. Estudios de índices de vulnerabilidad realizados por la Universidad de Notre Dame  indican   los lugares de América Latina que siguen el orden  de mayor vulnerabilidad  son: Guyana,  Bolivia, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Belice, Venezuela, Cuba y Ecuador.   

El cambio climático y sus efectos  ya son evidentes en la agricultura  nacional y  de no ser previsores influirá  en forma crítica en la oferta de los rubros alimenticios agrícolas  que producimos en la actualidad. Los rubros tradicionales de nuestra  cultura agrícola  como: habichuela, arroz, maíz, yuca, batata, plátano, papa y variedades de   hortícolas  entre otros   se verían   muy afectados en sus    ciclos biológicos. Se    modificarán   los    patrones de siembra y producción  debido a   las altas temperaturas,    intenso calor, el incremento considerable de   plagas y enfermedades y por consiguiente  pérdida de las cosechas; lo que afectará   sensiblemente  la producción interna  y, por tanto,   la seguridad alimentaria del pueblo dominicano.

Se requiere pues, llevar a cabo  acciones efectivas para  proteger  y preservar  la biodiversidad  de las especies agrícolas y su desarrollo sostenible afectado por el cambio climático.

La “Estrategia Nacional de Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agropecuario de la República Dominicana”, formulada en el año 2014 por el gobierno central, es el  instrumento que traza la política nacional sobre ésta problemática,   cuyas   actividades y acciones se orientan   a frenar y  mitigar  los cambios que se producirán en la  agropecuaria, con el propósito de   hacerlos   asimilables con mayor facilidad   a los actores productivos del campo dominicano.

Nos preguntamos, cómo y en qué magnitud afectará el cambio climático a  la agricultura nacional y a la gran masa de productores nacionales  cuyas economías  dependen de  los  rubros que  cultivan? Estamos capacitando e incentivando a  nuestros productores del campo para que respondan con resiliencia a la adversidad del clima que los afectará?   Qué planes, programas, proyectos e inversión preventivos para la  adaptación y resiliencia  se han diseñado y ya se implementan   desde el sector público agrícola y también privado   para remediar los daños producidos y producibles?  ¿Qué tan implicados  están los productores nacionales con los problemas del clima y qué  estrategia han formulado las autoridades del sector para resolverlos.

Podemos adaptarnos a los cambios que  se  proyectan en el clima.  Claro que podemos, porque los seres humanos somos  fácilmente adaptables... “Podemos adaptarnos a los cambios lentos, los rápidos son los que serían más perjudiciales y dolorosos”. Tenemos  el  instrumento de política pública para enfrentar la problemática señalada que es  la “Estrategia Nacional de Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agropecuario”. Se requiere entonces, la aplicación efectiva de las medidas señaladas por  la estrategia.

 La solución  para hacer frente a tan graves   desafíos  no se obtiene de la noche a la mañana.  Necesitamos con urgencia  darle  concreción práctica a lo que se ha planeado,   desarrollando los cultivos  agrícolas adaptados y  resistentes al cambio climático  antes de que sea muy tarde para remediar los problemas que se presenten.

La República Dominicana   firmó  el llamado “Acuerdo de Paris” en el año  2016   junto a  195 países de  todo el mundo.  El  país se comprometió,   dentro del   “Acuerdo  Climático Global”, a  bajar los gases de efecto invernadero en un 25%    y disminuir  la temperatura del planeta,  evitando que sobrepase los 2 grados Celsius, preferible que no pase 1.5 grados Celsius para el año 2050. En esa ocasión  grandes naciones altamente contaminantes   como  los Estados Unidos de América,   entre otras,  se negaron  a validar dicho acuerdo global. Se recuerda que en la llamada  “Conferencia de las Partes (COP25)” celebrada en España bajo  la presidencia de Chile,   fracasaron los intentos de actualizar el Acuerdo de Paris para el 2020,  lo cual no es esperanzador en el intento de   salvar  nuestro planeta, el  hogar común de la humanidad.

En resumen  opino:

Sin importar cuales hayan  sido los resultados obtenidos en las   Cumbres Climáticas, la República Dominicana ,  el sector agropecuario público y privado en particular , deben diseñar e implementar , con los recursos necesarios y suficientes,  la  planificación  de adaptación y resiliencia de los cultivos agrícolas a los  cambios inevitables del clima   . Para ello se debe  involucrar  a los productores agropecuarios que son los actores principales de la producción,   para asegurar a futuro la seguridad   alimentaria del pueblo dominicano.

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