El pasado miércoles 10 de noviembre del 2014 la
Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos (ADIA) participó en la celebraron
de las Vistas Públicas para conocer el Proyecto de Ley Nacional de Semillas,
a las 9:00 a.m., en el Salón Hugo Tolentino Dipp de la Cámara de Diputados, por
invitación del presidente de la Comisión Permanente de Agricultura, el
ingeniero agrónomo David Herrera Díaz.
El presidente de la ADIA, César Matos, centró sus
observaciones al proyecto de Ley, sobre la necesidad de observar y preservar el
derecho que tienen los pequeños y medianos agricultores a conservar su propia
semilla tradicional, sin que ello le impida el acceso al crédito que facilitan
las instituciones del Estado (como el Banco Agrícola y el FEDA). Llamó la
atención de que el presente proyecto de Ley tal como se plantea busca poner en
manos privadas los derechos de propiedad sobre los genomas de las principales
variedades, razas y cultivares del país. Y que en el caso del arroz, si hacemos
un análisis los derechos históricos y de origen, tendríamos que pagarle las
licencias correspondientes a la China y a la India, porque son los centros de
origen de las principales subespecies cultivables de arroz.
César Matos, reivindicó la obligación del Estado
de proteger a los pequeños productores agropecuarios para que sus derechos no
les sean conculcados a través de controles rígidos que establece la Ley, que
obligan a los productores a comprar semilla exclusiva certificada por determinadas
compañías semilleras. Esto constituye una pretensión de alta peligrosidad que
vulnera el principio de la libertad de empresa y el libre mercado. Subrayó que esta Ley está diseñada para
proteger el mercado, no para proteger la gente. El presidente de la ADIA
definió el neoliberalismo como la etapa más peligrosa del capitalismo, porque
pretende entregar todos los controles y roles de gobierno a la gran empresa
privada y anular completamente las libertades y derechos universalmente
reconocidos de las naciones, y especialmente de los trabajadores; privilegia el
desarrollo del capital antes que el desarrollo humano y la construcción de una
sociedad más justa y equitativa.
Puntualmente, el presidente de la ADIA, ingeniero
agrónomo César Matos, solicitó cambiar en el Considerando Quinto el término “controlar”
por “regular”, para no afectar las libertades individuales y de libre empresa. Lo
mismo sugirió para el Artículo 1 que define el Objeto de la Ley.
César Matos, en nombre de la ADIA, planteó revisar
el artículo 13, de modo que los pequeños y medianos productores tengan derecho
a preservar su propia semilla aunque no la registre (eso es libertad
individual) y no se le niegue por ello el acceso al financiamiento de su
cosecha. Propuso revisar el artículo 56 para que en el Consejo Directivo de
ONASE (Oficina Nacional de Semilla) haya representantes de las organizaciones
de trabajadores rurales, así como de organizaciones campesinas y de
profesionales agropecuarios y ambientales independientes.
La ADIA pidió que en el Capítulo V de la Ley, así
como se crea un Fondo Semillero para proteger a los empresarios productores de
semilla, se cree también un Fondo Solidario de semillas certificadas para
garantizar la sostenibilidad económica de la empresa familiar campesina, que es
la que provee la alimentación de todo el pueblo dominicano, ya que en República
Dominicana más del 70% de los productores son pequeños, y son los que el Estado
Dominicano está llamado a proteger con un fondo de contingencia. Recordó que el
Estado ha sido el principal gestor de las principales variedades del país, las
cuales ahora se pretenden privatizar.
Por último, el presidente de ADIA llamó a corregir
un error de forma contenido en el Proyecto de Ley Nacional de Semillas en la
Sección III “De la Certificación de Semillas”, Artículo 25, Párrafo I, Numeral
1, que debería decir que la semilla de origen “Para la Semilla Fundación es la
Genética o Prebásica”.
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